Fuente: elperiodico.com
Las demencias, el alzhéimer, la esquizofrenia o los trastornos psicóticos se esconden tras "muchas" desapariciones, o al menos, son un motivo de riesgo. Pero la policía se reconoce limitada, ya que, según han explicado en esta charla, antes las personas enfermas deben estar incapacitadas. Es una de las conclusiones a las que ha llegado la asociación Inter-SOS (Asociación de Familiares de Personas Desaparecidas sin Causa Aparente) en un encuentro este sábado en Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat) donde varios expertos han reclamado mayor coordinación entre profesionales para poder evitar las desapariciones.
Un joven al que le habían diagnosticado psicosis y trastorno de personalidad por el consumo de marihuana llamó un día a su madre desde un bosque de Génova porque creía que unos extraterrestres se lo querían comer. Previamente, ya se había escapado dos veces en Catalunya e Inglaterra. "El sistema tiene que cambiar porque ponen muchas trabas para encontrar a personas desaparecidas con trastornos. Si no me llama, estaría sin encontrarle", expone una carta de la madre de este joven que se ha leído en esta charla.
"Hay personas que se desorientan y no saben donde están, deambulan perdidas", ha explicado la psicóloga clínica Margarita Barranco. La misma experta ha señalado que en el caso de las personas con esquizofrenia o trastornos psicóticos el riesgo está en que "escuchan voces que les dicen que tienen que marcharse a otro lugar". Aunque también ha advertido que las sectas o el consumo de drogas están detrás de estas desapariciones.
"Una desaparición no es un delito, y si no tienen una incapacitación yo como policía no puedo hacer nada", sentenció Laura Villanueva, agente de la Oficina d'Atenció a les Famílies de les Persones Desaparegudes de los Mossos d'Esquadra. Villanueva también ha lamentado que a veces los familiares no explican a la policía que los desaparecidos tienen diagnosticada una enfermedad mental o han intentado suicidarse.
Todos los ponentes en la charla han coincidido que lo más importante es la coordinación entre profesionales y la prevención para poder reducir el número de desapariciones. Algunos de ellos han reclamado poder incidir directamente entre la población inidentificada que tiene estas enfermedades, o que las residencias estén "capacitadas" para atender estas personas para evitar que se escapen de los centros.
Los expertos han propuesto medidas como inscribir datos personales en algún objeto que la persona no se quite nunca: ya sea un reloj, anillo o pulsera. También existen recursos como las pulseras con códigos QR, o los cinturones y relojes que se pueden rastrear y localizar.